ANTHONY+VERONIKA
B o d a e n B a r c e l o n a
CUANDO LA LLUVIA TRAE SUERTE
El día se levantó nublado. Un gris ceniza, denso, que auguraba toda la lluvia del mundo. Y así fue. Pero todo fueron sonrisas. La felicidad no se mide por unas gotas de agua. El destino, a veces loco, nos unió de forma inesperada. “Tenía que ser así -decía Veronika- Nos encantó tu trabajo desde el primer día, pero nos perdimos. Y te reencontramos”. A dos días de la boda, recibí la llamada de Anthony. Adrenalina a tope. Cerramos el círculo. Al abrir la puerta del apartamento donde se alojaban, mis ojos se encontraron con tanta belleza que se me paró el corazón por un instante. La mezcla de nervios, el jet-lag de los familiares recién llegados y las prisas de los últimos detalles contrastaban con la paz del lugar. Pero mi equipo y yo supimos poner calma a todo los que sucedía a nuestro alrededor y a partir de ahí, empezó la magia.
Deseo que os guste el resultado.